Cualquier deportista juega para ganar, para ser el mejor, para cumplir con los objetivos marcados y, como no, para sentirse orgulloso y satisfecho pero... ¿Qué ocurre cuando no se gana y no eres el mejor?... ¿Qué pasa si los objetivos y expectativas que uno tiene no se cumplen?... y si esa derrota ocurre...¿el orgullo y autoestima menguan, disminuyen, desaparecen?.
Todas las respuestas a esas preguntas se basan en una premisa tan importante como tener calidad, fuerza física, mentalidad ganadora o inteligencia para una determinada actividad deportiva. Dicha premisa es:
"Si quieres tener éxito, debes asumir, aceptar y aprender que la derrota es parte de ese éxito"
En realidad, nuestra sociedad no nos ha enseñado a aceptar la derrota como algo positivo. En un mundo tan competitivo, un fracaso es dar uno o dos pasos hacia atrás en tu objetivo final. Nadie dice: "Prefiero perder y así aprendo más". Pero es necesario asumir que eso pasará. Tarde o temprano el fracaso aparecerá y hay que tener las herramientas de afrontamiento para poder ser mejor.
Y si asumimos (acto pasivo) la derrota y el fracaso como parte de nuestro éxito... ¿somos mejores sin más?. NO. Pero seremos peores si no la sabemos digerir.
Por ello, una vez aceptada (acto activo), es cuando comenzamos el camino a superar nuestro nivel. Es cuando comenzamos el camino a un gran aprendizaje que nos lleva a no cometer los errores que anteriormente nos hicieron débiles.
En ese aprendizaje es donde radica la parte positiva de una gran decepción y es cuando el profesional, el deportista, la persona aumenta su nivel para que esa derrota sea un gran éxito.
Que así sea!! #Sempreendavant!!
Con la colaboración de:
Crossfit Mag
Restaurante Pau Brasil
Restaurante Chezz Gerdi
Náutica Vicente Marí
Solorunners Ibiza
Tienda Culturista Ibiza
Bar Garage 68
Anfibios buceo
Heladería Geckolateria
Trasmapi
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